jueves, 2 de mayo de 2019


UN CÁLCULO RÁPIDO PARA MEDIR LA MAGNITUD DEL AJUSTE. LOS SALARIOS PIERDEN CON LA INFLACIÓN.

Diego Dequino
02 de Mayo 2019

El INDEC reveló el día 30/4/2019 estadísticas actualizadas a febrero de 2019 sobre la evolución de los salarios. El informe brinda certezas estadísticas a las percepciones que tienen los agentes económicos de ingresos fijos, es decir asalariados, jubilados, beneficiarios de planes sociales, monotributistas y los trabajadores informales de baja productividad: en el último año sus ingresos en pesos perdieron mes a mes con la inflación de bienes que consumen habitualmente.

Tomando como referencia el período de 12 meses que ocupa desde febrero de 2018 a febrero de 2019, los salarios perdieron el -16,7% de poder adquisitivo y por lo tanto ello implica que los sectores de ingresos fijos dejaron de percibir un 16,7% menos de ingresos en términos reales. Con la particularidad que se sostuvo en todos y cada uno de esos meses, con valores que alcanzaron un máximo de pérdida del -3,96% en septiembre 2018 y un mínimo de pérdida del -0,02% en abril de 2018.

El mes de febrero 2018 corresponde al penúltimo mes de crecimiento de la economía, medido de forma interanual. En tal sentido expresa el inicio de la contracción económica y el comienzo de un proceso de trasferencia de ingresos entre sectores de la economía, con consecuencias negativas sobre la calidad de vida de las personas que corresponden a los grupos perdedores, toda vez que esa transferencia se realiza de forma real y directa -no relativa o potencial- al no haber crecimiento del total de bienes y servicios disponibles. La caída del Producto Bruto Interno (PBI) durante 2018 fue de 2,5%, valor que analizado para el período febrero 2019 – febrero 2018 puede estimarse en poco más del 5% en función del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) toda vez que tomaría el peor período de la serie.

Las estimaciones de participación del sector asalariado en sentido amplio dentro de la distribución del ingreso nacional, es un dato que no se encuentra disponible de forma exhaustiva, histórica y de fuentes oficiales. Esta distribución funcional del ingreso nacional tuvo estimaciones con variada precisión en distintos momentos de la historia de las estadísticas argentinas, así como por abocarse profesionales de la economía a su cálculo. En todas las oportunidades que se realizaron, esta ya poco utilizada distribución funcional del ingreso, los valores oscilaron a lo largo de nuestra historia económica en el amplio rango del 25% en momentos de crisis económicas extraordinarias como fue en 2001, hasta valores que se acercaron al 50% en períodos de procesos de extrema estatización de la economía como fue entre 1973-1975. Los valores extremos solamente se sostuvieron por períodos muy cortos y puntuales de tiempo.

Es razonable entonces, considerar como hipótesis prudente un piso de 28% y un máximo de 38% para estimar la participación de los sectores asalariados en un sentido amplio (trabajadores, jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales, monotributistas y trabajadores informales) dentro de la distribución de la renta nacional.

Descontada la caída interanual del 5% del PBI predicha por el EMAE y el ajuste del tipo de cambio real ocurrido en 2018, el PBI a febrero de 2019 alcanza aproximadamente u$s465MM entonces podemos estimar que, entre febrero 2018 y febrero 2019, los sectores de ingresos fijos enunciados transfirieron un mínimo de u$s21,7MM y un máximo de u$s29,5MM, hacia los sectores de ingresos variables (empresas y el propio Estado) comparado con la distribución funcional del ingreso durante 2017.

Esta transferencia equivale a una media mensual de recursos transferidos piso por u$s1,8MM y máximo por u$s2,5MM. También equivale a piso diario por u$s60 Millones y máximo diario por u$s80 Millones de transferencia.

La pérdida estructural de los sectores asalariados respecto de la inflación produjo un reflejo en las demandas de negociación por parte de los sectores sindicales que muy probablemente logren en este año 2019 igualar su crecimiento nominal con la inflación. Ello implicará una ralentización, aunque no detención, en el proceso de transferencia de recursos desde los sectores de ingresos fijos hacia los sectores de ingresos variables, dado que las fórmulas de actualización previsional, de planes asistenciales y de las categorías del monotributo tiene insertos un retraso no menor a 6 meses respecto de la inflación. A su vez deberá tenerse presente que la reducción sobre la participación en la renta nacional de aquellos sectores asociados a ingreso fijos necesitará varios años para recomponerse pari passu a que la economía argentina desarrolle un crecimiento sostenido.