LA DEUDA, UN TAXI QUE FUNCIONA CON PESOS
Diego Dequino – 01/09/2021
(especial para La Voz del Interior. https://www.lavoz.com.ar/negocios/la-deuda-un-taxi-que-funciona-con-pesos/)
Ponerse
al corriente de la situación financiera y presupuestaria de la Argentina puede
ser en estos tiempos una tarea ardua. Inflación del orden del 50% anual,
volatilidad del tipo de cambio para acceder a divisas, déficit fiscal
extraordinario de los últimos 18 meses y caída de la economía durante 2020 en
valores inéditos para momentos de paz social y civil, implican desafíos
difíciles de sortear incluso para los analistas más avezados.
Las
dudas sobre la capacidad y la calidad del crecimiento económico del país, luego
del retorno progresivo a la normalidad post cuarentena COVID19, agregan
opacidad al cuadro de situación en el cual nos encontramos como sociedad.
La
situación financiera del país en este 2021 exterioriza una difícil convergencia
hacia un resultado fiscal más controlado y predecible. En sintonía con esa
situación, la gestión de la deuda pública se configura más compleja e incierta,
en particular nos referimos a las rutinas financieras a las cuales el Tesoro
Nacional y el Banco Central someten semanalmente al mercado financiero en
general y al sistema bancario en particular.
La
deuda del país hoy tiene tres dimensiones diferenciadas producto del enfoque
monetario y el cepo cambiario adoptado por las autoridades.
DEUDA
EN DÓLARES
La
deuda de mercado nominada en moneda extranjera, nuestro tradicional talón de
Aquiles se encuentra renegociada y canjeada en septiembre de 2020, lo cual despejó
las cargas financieras importantes hasta el 2024. El gobierno al pagar el
primer cupón de los títulos el 9 de julio 2021, mostró voluntad de respetar
este canje y honrar esa curva financiera.
El
crédito con el FMI, principal asunto pendiente en materia de deuda con el
exterior, al continuar nuestro país sin un acuerdo vigente, la carga de pagos en
los próximos 3 años con dicho organismo será imposible de afrontar solamente
con los recursos del comercio exterior. Dicho de otra manera, no se puede pagar
sino volviendo antes al mercado de capitales global, lo cual habría que
descartarlo en el corto plazo por la falta de voluntad del gobierno y el
elevado riesgo país. Descartado ello, mal nos pese o por más que no se desee, la
Argentina debido a la situación fáctica terminará por firmar un nuevo acuerdo con
el organismo que le permita encontrar una salida financiera viable a la
devolución de dicho empréstito.
Con
ello diremos una afirmación curiosa, la deuda en dólares de la Argentina no es
en la actualidad un problema y debería seguir así esta situación al menos por
dos años más. En materia de divisas el problema de la Argentina hoy es ante
todo de índole cambiaria y comercial, los excedentes del comercio exterior no
son suficientes para abastecer, o al menos calmar, al mercado financiero local.
DEUDA
EN PESOS
La
deuda del Tesoro Nacional en Letras y Bonos en pesos a tasas fija, variable y
ajustados por CER, medida a junio 2021 alcanzó 6.1 Billones de pesos. El 45% de
esa deuda, 2.7 Billones de pesos tienen una duration inferior a 1, técnicamente
es deuda de cortísimo plazo que obliga al Tesoro Nacional a realizar emisiones
recurrentes todos los meses para cancelar deuda que vence y tomar nueva, o directamente
realizar canjes voluntarios de mercado.
La
dinámica de esa deuda durante el segundo trimestre del año 2021 destaca su
crecimiento por casi 1 Billón de pesos, es decir un aumento del 15% en tres
meses, con una composición de plazos en ese crecimiento muy ajustado: 0.2
Billones de pesos con duration menor a 1; 0.6 Billones de pesos con duration entre
1 y 3; y 0.2 Billones de pesos con duration superior a 3.
Considerando
el tipo de cambio oficial, la dinámica en la cual está inmerso el Tesoro en
materia financiera implica un engranaje de fino rodamiento que debe hacer girar
mensualmente sin fisuras un pasivo, con recurrente vencimiento dentro del año
vista, por 27 mil millones de dólares más intereses. Este pasivo que representa
6% del PBI es al menos el doble del recomendado.
PASIVOS
DEL BANCO CENTRAL
Los
pasivos remunerados del Banco Central, Leliq y Pases, alcanzan los 4 Billones
de pesos. Estos instrumentos son préstamos a 1, 3 o 7 días que los Bancos
realizan al Banco Central, recibiendo rentabilidad del orden del 35%-40% anual.
Leliq y Pases es dinero que el Banco Central emitió, pero decide retenerlo
dentro del sistema bancario para que no caiga en poder del público que podría
aplicarlo a gastos, inversiones o compra de dólares.
El
dato, Leliq y Pases crecieron de forma extraordinaria en marzo-abril 2021: casi
1 Billón de pesos. Ese salto implicó un cambio de escala para estos pasivos que
acarrean pago de intereses por parte del Banco Central, y se igualaron ahora a
M1 (Billetes y Monedas en poder de la gente más el dinero en cuenta corriente
en los banco o dinero a la vista). Esta situación es la primera vez que ocurre desde
al menos inicios de 2019. Podemos decir que la Argentina tiene hoy dos ofertas
monetarias gemelas: una remunerada y la otra no remunerada.
EL
TAXI DE LA DEUDA
La
deuda total en pesos de muy corto plazo del Estado Nacional documentada, que
captura patrimonio de los particulares tanto por vía del Tesoro como por vía del
Banco Central, alcanza los 6.7 Billones de pesos más intereses. Al tipo de
cambio oficial ello representa 67 mil millones de dólares, casi 1.5 veces las
reservas brutas del Banco Central. Esta deuda de muy corto plazo tiene una tasa
o rendimiento que adicionará 2.7 billones de pesos en los próximos doce meses.
Frenar
este taxi que funciona con pesos y cuyo reloj de cobro no se detiene,
representa la principal coyuntura financiera del país. Para hacerlo Argentina
podrá frenar de golpe como otras veces, pero las consecuencias sociales,
económicas y políticas son impredecibles por la enorme asimetría entre
ganadores y perdedores en dicho proceso. Lograr reducir su ritmo, frenarlo paulatinamente,
hasta controlarlo necesitará un período donde se deberán conseguir los pesos necesarios
que eviten su parada brusca.
Los
pesos no deben ser papel impreso, los pesos deben ser una transferencia de
confianza desde los particulares hacia el Estado y sus autoridades, al menor
costo posible. Como ocurre en casi todos los países en el siglo XXI.
Para
que esa transferencia de confianza ocurra la Argentina necesita un acuerdo
político en materia económica y social de amplio alcance, pero de contenido
específico y reducido. Los particulares para confiar necesitan que un conjunto
significativo de dirigentes políticos, empresarios, gremiales y sociales acuerden
condiciones básicas que permitan despejar las incógnitas a las cuáles estamos
sometidos de forma cotidiana. Sino el taxi de la deuda seguirá girando hasta
que se acaben los pesos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Si Ud. desea acceder a la fuente de información puede enviarnos un correo solicitando los archivos.