jueves, 24 de octubre de 2019

LOS DÓLARES DE LA ECONOMÍA ARGENTINA Y LA DEMANDA DE PESOS


EL TIPO DE CAMBIO LUEGO DEL DOMINGO 27/10/2019. SOBRAN DÓLARES Y FALTAN PESOS.
22/10/2019
Diego Dequino
(Especial para el diario Comercio y Justicia)
https://comercioyjusticia.info/blog/opinion/cual-sera-la-cotizacion-del-dolar-el-lunes/

Proyectar el valor del dólar luego de las elecciones presidenciales de primera vuelta del domingo 27/10/2019 implica prestarle atención a tres señales que balizen el sendero que puede tomar la divisa:

 a) Los dólares disponibles en la economía argentina
¿Cuántos dólares dispone la economía argentina, entre dólares bancarios y dólares billetes? Incluyendo valores fiscalmente declarados y no declarados, dicha cantidad es de difícil estimación, pero a través de dos relaciones conocidas: el patrón de elusión física que señala que al menos existen en la Argentina de 2 a 3 dólares físicos por cada dólar bancario y el patrón de que Argentina atesora al menos entre 3% y 4% del total de dólares circulantes en el mundo, es prudente proyectar su valor entre u$s 75MM – u$s 100.000MM. Esto equivale u$s1.700 - u$s2.200 por habitante en nuestro país. Si comparamos, tenemos que un estadounidense cuenta con u$s9.700 promedio y un ciudadano que habita la zona del euro cuenta con €9.300 promedio (u$s10.300). Si bien disponemos de 4 a 5 veces menos de dólares/euros/moneda dura que nuestros pares americanos o europeos, pero sepamos que somos en promedio de 3 a 4 veces menos ricos que USA y la zona del Euro.
Es decir, cada argentino dispone en promedio de casi tantas unidades de moneda dura como sus pares norteamericanos y europeos, a pesar de que nuestro Banco Central no emite ni dólares ni euros y siempre que dicho dinero no se fugue del territorio.

b) La demanda y oferta de pesos.
La demanda de pesos por parte de los argentinos desde fines de la década de 1970 estuvo siempre sometida a un estrés, porque la moneda local no se utiliza de manera regular como reserva de valor (ahorro). Y las veces que el proceso inflacionario se aceleró, entonces la demanda de pesos se redujo a niveles casi insignificantes, compensado ello por el aumento de la velocidad a la cual circulan esos billetes, limitando su función a casi exclusivamente transar bienes y servicios. Veamos la situación hoy, señalamos que cada norteamericano tiene en promedio u$s9.700 para llevar adelante su vida, y cada ciudadano de la zona del euro €9.300 para iguales fines. Cada uno de los argentinos disponemos en promedio de $29.500 (equivale a u$s500) para llevar adelante nuestras actividades.
Es decir, cada argentino dispone en promedio de 20 veces menos de moneda de curso legal respecto de los norteamericanos y de los europeos, siendo que somos “apenas” entre 3 y 4 veces menos ricos. Definitivamente esta cantidad de pesos apenas es suficiente para desarrollar la actividad económica estricta de consumo de corto plazo, no contemplando ni el consumo de bienes durables y ni la inversión.

c) La relación entre pesos y dólares que administra el BCRA.
Esta relación mide el tipo de cambio de conversión, es decir el valor que hace equivalentes el total de pesos emitidos respecto del total de dólares que posee el BCRA, ajustado por regulaciones y expectativas. Dicho cálculo en los últimos días se ubica en el rango $57-$90, incluyendo las Leliq en el cálculo y los argendólares depositados netos de préstamos en dólares otorgados por los bancos.
La mediana estadística de dicho rango arroja $73,50 por dólar, lo que indica que el precio actual de la divisa en torno a los $60 está más cerca del piso que de su techo, en un contexto de dólares que sobran y pesos que faltan para el giro económico.

El plan económico y financiero en ciernes, al margen de la coalición política triunfante, tendrá como dilema de hierro lograr que crezca la cantidad de pesos disponibles junto con su demanda, para que la inflación no espiralice. Sino es probable que la cantidad extraordinaria de dólares existentes en la economía sean puestos en circulación de hecho por las personas, sus legítimos dueños, completando el desplazamiento final del peso como moneda.