domingo, 26 de enero de 2014

Bono Municipal 2013 (Córdoba) - Reflexiones



REFLEXIONES SOBRE LAS FINANZAS MUNICIPALES Y EN PARTICULAR SOBRE EL PROGRAMA FINANCIERO (BONO 2013)

Diego Dequino
26 de Noviembre de 2013


I - Reflexiones Generales:

·        Participar del mercado financiero, en especial para los Estados, debe mirarse dinámicamente, no como un momento puntual en el tiempo.
·        En tal sentido, lo relevante es la trayectoria: de donde se parte y hacia donde se proyecta.
·        El Estado no hace negocios con las colocaciones de deuda, sino que le da sustento al sistema financiero entendido este como operaciones de mercado con oferta pública (no crédito bancarios o sindicados) que le permiten a los ciudadanos sostener las inversiones de su propio Estado y los gastos corrientes críticos; vg: mirar España o Italia, o sino lo que hace la ANSeS con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
·        El Municipio de Córdoba, adolecía de antecedentes en materia de sujeto de crédito hasta 2012. Por lo cual la trayectoria del Municipio desde dicho momento, corresponde a buscar lo que se llama mayor profundidad de mercado: más plazo, mejores condiciones (tasa; período gracia; etc).
·        Tanto plazo como condiciones se resuelve de forma simbiótica entre el ambiente operativo (los mercados, las regulaciones); el excedente de renta agregada económica para invertir (los inversores); el tomador o sujeto de crédito (el “creíble” o sobre el cuál habrá “crédito”). El Sujeto de Crédito es responsable de su rol, y debe trabajar de forma organizada y previsible para utilizar las oportunidades que ofrezca el ambiente y el excedente de renta.
·        El Municipio comenzó en materia financiera con reprogramar pasivos; luego pasó a trabajar en instrumentos de corto plazo (letras y cheques con oferta pública); luego reservas en fuentes de fondos de para crédito e inversión (fideicomisos) de corto (FOGA); mediano (FORU y FOSEC) y largo (FOSAC); para luego pasar habilitar el crédito de libre disponibilidad de mediano plazo (BONO 2013) aunque su monto se destinará a Obras; para el paso OBLIGATORIO en 2014 y 2015 es de piso mantener la duration en este caso del BONO (novarlo) o Aumentarlo a más plazo (largo); siempre buscando de mejorar las condiciones.
·        Esto es posible, porque los niveles de endeudamiento titularizado del Municipio son muy pequeños en relación a cualquier indicador de referencia. El problema fiscal del Municipio son los recursos de la Jurisdicción Mayor; el problema del Gasto hoy es la elevada participación de los gastos corrientes, incluyendo la nómina; el problema financiero hoy continúa siendo la participación de la deuda flotante, que si bien se titularizó gran parte, es necesario llevarla a niveles inferiores al 1% de los Recursos totales de 1 año.
·        El Municipio puede aspirar a financiar el desarrollo y la inversión, porque sus condiciones estructurales como sujeto de crédito requieren ajustes instrumentales (v.g. controlar la deuda flotante y la contingente) y no ajustes de carácter estructural porque ya se hicieron en 2012 y 2013.
·        En términos de gestión el Municipio en materia Financiera debería disponer, como todos los Estados Locales de tamaño considerable y los Estados Soberanos, de una curva crediticia de calidad, con tramos de corto, mediano y largo plazo. Es lo que se define como perfil de la Deuda Pública, lo cual está previsto que instrumente la Oficina de Crédito Público creada por la ordenanza de responsabilidad fiscal y reglas macrofiscales. Esos tramos crediticios, se renuevan, se recalibran, se optimizan permanentemente en función de sostener los mercados de capitales con oferta pública (lo contrario a los años ’90 que era todo con Bancos) como lugar adecuado para apropiarse para inversión de parte de la renta económica que genera la Sociedad.
·        En síntesis, la responsabilidad del Estado, en este caso Municipal, es desarrollar estrategias e instrumentos financieros de calidad que le permitan acceder en condiciones transparentes a las mejores opciones crediticias disponibles y ser capaz de diseñar esos instrumentos de forma tal que sean sustentables en el tiempo, en el sentido que un solo instrumento no puede definir el éxito de una gestión ni tampoco condenar el destino de un Gobierno,  tanto por su envergadura –volumen- como por sus características[1].
·        Los límites saludables respecto de la utilización de los instrumentos financieros, es decir consistentes con el manejo de las finanzas de un Estado como el Municipio, se encuentran prescriptos en la Ordenanza de Responsabilidad Fiscal y Reglas Macrofiscales: los servicios financieros totales, capital más intereses, no pueden superar el 15% de la masa total de recursos dentro de cada ejercicio.

II - Reflexiones sobre las características del Bono 2013 – Serie I:

·        Considerando las reflexiones generales y teniendo presente de manera especial que la Serie I del Bono 2013 es un hito dentro de una estrategia mayor en materia financiera.
·        El Programa de emisión de deuda que se instrumentó en 2013 es en pesos, no en dólares.
·        Cada Serie que se emita podrá tener iguales o distintas características dependiendo de la situación del mercado financiero. Es decir la Serie II puede tener otras condiciones de emisión.
·        La Serie I, que fue la colocada en 2013, el valor del Bono está atado al dólar oficial (Comunicación A 3500 del BCRA o cotización Banco de la Nación Argentina), porque las condiciones existentes en el mercado al momento de la colocación, e inclusive en el transcurso de los últimos 24 meses, solamente existe mercado financiero a más 18 o 24 meses con este tipo de operatoria.
·        El Municipio accedió a un crédito gemelo al conseguido por Provincias y por Corporaciones Privadas de primer nivel: 48 meses de plazo, con 15 meses de gracia y con pagos trimestrales a partir del mes 15.
·        La tasa colocada fue 4,99% anual, que fue una tasa espejo de las 2 provincias petroleras más importantes de la Argentina (Chubut y Neuquén) que colocaron en igual semana; a pesar que aseguran con regalías su colocación y que ambas provincias para dicha colocación completaban entre su participación 10 y 12 aproximadamente en el mercado. El Municipio fue la primera participación en el mercado con una colocación de mediano plazo en toda su historia.
·        El monto de la colocación es estrictamente acotado al extremo, tanto por volumen total ($140 mill aproximadamente), como por sus características, gracia de capital de 15 meses y pago hasta 48 meses con integraciones trimestrales. Para ponerlo en perspectiva, el Municipio recaudará a valor presente en los 48 meses solamente de la Contribución en garantía (Comercio e Industria) como mínimo: $6.000 millones.

III - Reflexiones especiales sobre el entorno financiero y la colocación del Bono 2013 – Serie I:

·        Teniendo presente entonces las consideraciones generales así como las particulares sobre el Bono 2013 Serie I, es conveniente detenernos en algunos ítems prototípicos de la argumentación falaz de los detractores de las medidas de gobierno:
o       En relación a la tasa de interés en sí, que es 4,99% anual, debemos comprender que por caso un crédito del BIRF tiene una tasa para crédito Soberano es decir para países de aproximadamente 2,8% anual, en DOLARES, a 35 años máximo. El BID debe rondar el 3,8% anual, en DOLARES, a 25 años máximo. Y el BNDES tenía tasas del 6% aproximadamente, en DOLARES, a 8 a 12 años.
o       En relación a la tasa de interés agreguemos que: si la Argentina sale hoy a colocar Deuda Soberana, los plazos no superaran los 8 o 10 años y la tasa que debería convalidar sería del orden del 9% en DOLARES.
o       Por último respecto de la tasa de interés, un tramo privado para una empresa de primera línea de la Argentina colocaría (o colocaron recientemente) a tasas del 7% u 8% en DOLARES, con plazos de 5 a 6 años.

o       Respecto del plazo, que es de 48 meses totales con 15 meses de gracia respecto del Capital, está dentro de los mejores plazos disponibles del mercado y se ajuste a una previsión macroeconómica y macrofiscal de convergencia: 4 años está dentro de las previsiones del ciclo económico.
o       En particular, si de comparaciones se trata, la Provincia de Córdoba colocó en 2012 solamente a 12 meses a una tasa de 9% aproximadamente, un título en pesos también atado al dólar oficial.
o       Otra comparación, que muestra lo gemelo del financiamiento, las provincias de Neuquén y Chubut, con las ventajas relativas ya indicadas, que colocaron instrumentos similares al Municipio en la misma semana, obtuvieron plazos de 5 y 6 años, con períodos de gracia de 12 meses y de 18 meses, con tasas del 4% aproximadamente.
o       ¿Por qué el Municipio no buscó por caso 5 años, en vez de 4 años de plazo total? Porque la ordenanza autorizaba hasta 48 meses, es decir se obtuvo el plazo máximo en el marco de la autorización legislativa. Más de 48 meses se requiere mayoría especial, es decir opositores que voten favorablemente.

o       En cuanto a la estructura fiscal y la garantía, o como le llaman los legos “el negocio” para el Municipio. Sobre este particular es necesario remarcar que:
§        El Bono es en pesos, no en dólares. Su valor se vincula al dólar oficial exclusivamente, sin ninguna garantía extra.
§        El Bono puede ser rescatado totalmente en cualquier momento, de forma anticipada si así se deseara.
§        ¿Por que se puede desear un rescate?, porque por caso existan mejores condiciones de mercado para obtener más plazos o mejores tasas a partir de realizar otra operación de mercado CON oferta pública con mayor profundidad. De eso se trata participar en los mercado de créditos de forma sostenida cuando se desea financiar la inversión y no gastos corrientes.
§        No obstante, debemos advertir lo siguiente: la garantía del Bono 2013 Serie I es la Contribución sobre Comercio e  Industria, la cuál es un recurso propio del Municipio y que posee una elevada componente de performance vinculada al dólar oficial habida cuenta que varios de los principales contribuyentes son exportadores que liquidan sus operaciones al dólar oficial. Es decir la garantía como expresión directa de la economía de la Ciudad de Córdoba tiene simetría de riesgo cambiario con el Bono 2013 Serie I, y un volumen de soporte varias veces superior respecto de las recomendaciones técnica (la prueba indirecta de estos es el plazo obtenido y la tasa de corte).

o       Pero vamos a explayarnos un poco más sobre el futuro, al margen que las razones de los argumentos que esgrimiremos requieren un paper separado lo cuál no es objetivo del presente:
§        ¿Qué puede pasar con el tipo de cambio? Esta pregunta tiene varias respuestas:
·        Si existe desdoblamiento cambiario, hipótesis probable al margen de los rumores, ello deja a la colocación en condiciones óptimas de corto plazo, ya que un desdoblamiento cambiario dejaría fuera el dólar oficial y afectaría de forma estricta las operaciones de comercio exterior. No obstante en el mediano plazo, 36 meses, la colocación tendería a corregirse en su valor de referencia habida cuenta que los tipos de cambio tenderían a converger, ya que países solamente como Venezuela tienen hoy múltiples tipo de cambio.
·        Si no hay desdoblamiento cambiario, hipótesis aparentemente más probable según los rumores de los últimos días. Las condiciones de la colocación se degradan en el corto plazo, 12 meses, lo cuál coincide con el período de gracia hoy vigente. No obstante, en el mediano plazo, 36 meses subsiguientes las condiciones tenderían a corregirse de forma positiva habida cuenta del reacomodamiento de los precios relativos, entre ellos la inflación y el “único” tipo de cambio, lo cuál ocurre en tramos de 24 a 48 meses.
·        En ambas condiciones, el Bono 2013 Serie I tiene las condiciones adecuadas para ser un crédito de máxima calidad en la Argentina actual. Nunca un crédito, menos para el Estado, es una ganancia de “vivos” o “negocio de rápidos”, sino que un crédito mide, tal como se señaló, entre otros ítems la confiabilidad del emisor y de su promesa de futuro sobre los recursos que administra.

§        ¿Qué está pasando hoy con el tipo de cambio?
·        Lo que se observa, hasta el momento de culminar estas carillas, 26/11/2013 11:31hs AM, es un gobierno nacional dubitativo ya que el cambio de Gabinete, especialmente en el área económica, ha producido una aceleración de ciertas decisiones de los actores económicos importantes de cara al fin de año lo cuál ha producido una presión muy importante sobre el tipo de cambio oficial, quizá estamos en el momento de mayor presión de los próximos 2 años, sin embargo el Gobierno está decidido a sostener una flotación administrada ya que ha vendido de forma neta un promedio de u$s 150 millones por día aproximadamente en la última semana.
·        Con ello, veremos los próximos 3 meses los escarceos entre las autoridades económicas del país y los grupos de poder tratando de hacer pie en sus posiciones.
·        Nuestra hipótesis más probable es que si el País no consigue una inyección importante de liquidez en moneda fuerte que le permita sostener una posición dura en cuanto a disciplinamiento del mercado cambiario oficial, se verá obligado a llevar adelante un desdoblamiento cambiario de cara conducir una convergencia de todos los precios relativos de la forma más armónica posible en un tramos de 36 meses promedio.




[1] Esto sí le pasa a la Provincia de Córdoba con el Bono 2017, que paga 12,5% en dólares “puros” y que tiene un pago bullet de u$s600 millones en dicho año, lo cual para tener dimensión de lo que se trata dicho monto es equivalente a un pago bullet del gobierno nacional de u$s12.000 millones, es decir entre 2 y 3 veces de la suma de todos pagos acumulados que tiene la Nación en un año extremo de cancelación. Con el agravante que la Provincia no tiene acceso a divisas, como sí lo tiene la Nación.

miércoles, 15 de enero de 2014

Estado y Decisiones - Apuntes teóricos

"En la teoría de decisión reside la capacidad práctica para dar respuestas desde la política. Pensar es el deber de quienes aspiran a conducir. Para algunos puede resultar aburrido, para otros indispensable."







Sistemas de Información
del Estado:
“Apuntes para un
abordaje teórico”





IX Congreso del CLAD – Madrid - España

Agosto de 2004






Lic. Diego Dequino



 




“La dificultad reside no en las ideas nuevas, sino en rehuir las viejas que entran rondando hasta el último pliegue del entendimiento de quienes se han educado en ellas...”
J. M. Keynes

I. Introducción


El final del siglo XX encuentra a los países en vías de desarrollo con problemas tradicionales aunque con Naciones más pobladas, Sociedades más desarrolladas, más complejas en sus relaciones y con aspiraciones heterogéneas en relación a concepto tradicional de Nación. Desde el punto de vista de la información y los sistemas que la organizan, esta complejidad creciente de las relaciones entre la Sociedad, el Estado y sus Gobiernos se puede acoplar al crecimiento imprevisible pero significativo de los niveles de incertidumbre que se asocian a los escenarios de decisión de los gobernantes.

La combinación tradicional entre modelos de gobierno que accionaban sobre organizaciones públicas simples, con objetivos ciertos y evidentes, con recursos materiales y humanos que podían ser individualizados a simple vista; y Sociedades que tenían un expectativa constante sobre el desempeño del Estado en cuanto a sus funciones; han dado paso a combinaciones más confusas. En la actualidad las organizaciones públicas son complejas, los objetivos siempre están sujetos a discusión, los recursos materiales y humanos se parecen más a océanos inconmensurables que a ríos que fluyen en un solo sentido; mientras que las Sociedades tienen una expectativa variable sobre el desempeño del Estado, expectativa que fluctúa en función de un conjunto de variables a priori desconocidas y por ende difíciles de estimar en términos funcionales.

La combinación tradicional de organización pública y Sociedad incluían un fuerte determinismo en su propia definición, ello permitía operar con modelos de decisión unidireccionales que aseguraban una eficacia exigua aunque suficiente. En estos modelos decisionales la sola perspectiva de enunciar y decidir por parte del funcionario llevada asociada de forma real o imaginaria, pero siempre irrevocable, un resultado que establecía un estadio de situación distinto al momento anterior de la decisión, y siempre dicho estadio se explicaba de forma primordial por las consecuencias de la propia decisión o su enunciación.

Las organizaciones públicas actuales con sus complejidades junto con Sociedades de expectativa variable en relación al desempeño del Estado implican mayor incertidumbre, tanto para el propio Estado y el gobierno, como para la Sociedad. Decidir y enunciar ya no garantiza el resultado real o imaginario que inscriba una nueva propiedad sobre el escenario de situación. Los resultados dependen en la realidad y en el imaginario de la comprensión colectiva de combinaciones más complejas, sutiles y de difícil explicación que una mera relación entre dos partes de una ecuación: Gobierno y Sociedad. Los modelos de decisión unidireccionales son insuficientes e inacabados al momento de explicar los resultados de la organización pública. Prueba de ello dan cotidianamente políticos y decidores responsables de gestionar los aparatos Estatales que padecen de forma contundente el desplazamiento paulatino del determinismo asociado tradicionalmente a la acción de gobierno por un marco creciente de incertidumbre en el cual se desenvuelven los resultados producto de sus decisiones.

Si bien puede afirmarse que el origen de la incertidumbre para el accionar del Estado puede tener múltiples y variadas causas, también es posible sostener que una de las herramientas fundamentales para atemperar las condiciones de incertidumbre es la información. La información entendida en su sentido amplio, es decir no restringida por aspectos de adjetivación (cuantitativa, cualitativa), de magnitud (volumen, envergadura, alcance), de comprensión (selección, recorte, análisis), o de acceso (disponibilidad, disgregación, orden); pero sí organizada sobre esas pautas es una de las pocas claves necesarias para tomar decisiones correctas de forma oportuna cuando una organización se desempeña en condiciones de incertidumbre.

El Estado puede ser entendido, en sentido amplio, como un agente que forma y establece reglas, pero no por ello puede deducirse que la producción Estatal de bienes y servicios es inocua respecto de las mismas reglas. Tampoco el desempeño del Estado, por ser quien fija las reglas, está desprovisto de la incertidumbre de gestión que acompaña a toda economía de mercado. La incorporación paulatina, pero continua, de la función de producción de la organización estatal a su macro-modelo de gestión aparece como el elemento clave en el desafío que enfrentarán los Estados para hacer más eficiente su desempeño y contribuir a mejorar de forma efectiva el marco en el cual se desenvuelven.

Una gestión del sector público que cada vez se orienta más hacia los resultados, necesariamente requiere más información. Por ello, el desafío de definir la información necesaria para los diferentes niveles de toma de decisiones adquiere relevancia central. Para cumplir con este cometido el soporte de registración de individuos y eventos por parte del Estado deberá mutar desde sistemas administrativos de objetivo único, hacia sistemas de información de objetivos múltiples. En términos operativos la información administrativa deberá incorporar una nueva función, tanto o más importante que las tradicionales: constituirse en parte integrante de los sistemas aptos para apoyar y colaborar de forma activa en los procesos de toma de decisiones, pudiendo en última instancia modificar el curso de las mismas. Esta labor deberá acompañarse por esquemas de captura y almacenamiento de información sustentados en una visión del conjunto de los sistemas estatales de recolección y producción de información. Por ello los sistema de información, en el entendimiento del presente trabajo, puede ser descriptos por el conjunto de rutinas y operaciones de trabajo sencillas que facilitan la vinculación ordenada, consistente y sistemática de la información elaborada por las distintas áreas de trabajo dentro del sector público, permitiendo construir de forma consistente y dinámica indicadores que alimenten la toma de decisiones de todos los niveles de conducción.


Este desafío sólo es posible acometerlo en la medida que las tareas relativas a la Modelización de Datos y Sistemas (MDyS) se ubique en una jerarquía distinta dentro de la organización del trabajo de la reforma y de las propias organizaciones, es decir la MDyS no puede ser relegada a un estadio pasivo exclusivamente utilitario de los procesos de trabajo o de las áreas responsables de desarrollar los algoritmos necesarios para brindarle soporte informático a los primeros. Cuando los datos tienen también como parámetro la obligación de sostener la toma de decisiones, entonces su organización y explotación adquieren una jerarquía equivalente a los propios procesos de trabajo producto de las decisiones.


El presente documento tiene por objetivo principal compilar, sistematizar y sintetizar una serie de reflexiones vinculadas a los Sistemas de Información en el Estado, en especial de cara a delinear de forma estilizada las características, las dificultades, las limitaciones y los intercambios que conllevan de forma inherente estos Sistemas en el mismo momento que se adoptan las definiciones de su entramado y vinculación a la organización pública así como las especificaciones y previsiones asociadas.

Aunque no es interés del documento avanzar sobre una teoría completa sobre el manejo de datos e información en el Estado en particular, y en organizaciones de tamaño importante basadas en el trabajo humano en general, consideramos ventajoso apuntar los detalles de una metodología general y un modelo analítico que facilita el abordaje del objeto de estudio: “Sistema de Información”. Para ello y por tal motivo debemos necesariamente abstraernos del cuadro operativo real de los Sistemas de Información y presentar un bosquejo estilizados del modelo analítico y sus conclusiones.

En forma conexa se intenta dilucidar los caminos críticos y rasgos principales que ofrece el modelo analítico para examinar la contribución de los Sistemas de Información a superar de manera exitosa los desafíos de gestión que enfrentan los Estados y sus gobiernos en todos sus niveles.

II. Marco conceptual


En términos simplificados puede afirmarse que a partir de los años ’70 se inicio de forma incipiente y vinculada a procesos de trabajo específicos la informatización del sector público, logrando un ritmo vertiginoso y alcanzando de forma transversal a toda la organización pública a partir de los años ’90 de la mano de la reducción significativa de los costos de las Tecnologías de la Información (TI). Esta aceleración y expansión horizontal del proceso de informatización produjo dos efectos complementarios. Mientras los procesos de trabajo eran rutinizados para su optimización, lo cual producía la reasignación y/o reemplazo de los insumos tradicionalmente asignados a los productos en cuestión; la incorporación de las nuevas prácticas e innovaciones en la esfera de lo público imponía su impronta a los procesos de trabajo en el ámbito de la burocracia pública, alterando atentando ello a la concepción misma de la organización pública.

La función tradicional del Estado en cuanto a dar contenido escrito y trascripto dentro de un sistema de memoria registral de la relaciones simbólicas y reales de la Sociedad, encontró en la informatización una herramienta capaz de simplificar hasta límites insospechados la tarea del registro, pero también de comprometer la justificación primera de la propia burocracia toda vez que la automatización del contenido del lenguaje funcional del Estado implica en el límite de las cantidades, el reemplazo de las propia funciones.

Basta con sugerir la rivalización potencial entre la Burocracia y la Informatización para percatarse que la convivencia exitosa de ambas dependerá más de cómo se establece la vinculación entre dichas esferas de las organización pública, que del mero reemplazo o asistencia de las tareas y funciones tradicionales por nuevas y modernas tecnologías. Las TI no representan solamente más información, mejores datos o mayor velocidad de acceso a los mismos, sino que impactan en el centro mismo de la estructura del pensamiento humano: el lenguaje y su utilización.

En este marco, un aspecto capital sobre el cual descansará el éxito del manejo de la organización pública en los próximos lustros, será sin dudas el énfasis y aliento que los Gobiernos asignen al proceso de mutación de los sistemas administrativos de objetivo único característicos de la burocracia pública tradicional, hacia sistemas de información de objetivos múltiples que otorguen soporte efectivo a la toma de decisiones en el ámbito del Sector Público. En términos operativos ello equivale incorporar una nueva función a la información administrativa, tanto o más importante que las tradicionales: constituirse en parte integrante de los sistemas aptos para apoyar y colaborar de forma activa en los procesos de toma de decisiones, pudiendo en última instancia modificar el curso de las mismas.

Debe entonces advertirse que aquellas preguntas que habitualmente se formulan en relación a la información dentro del Estado, por caso ¿cuantos datos disponibles existen acerca de un proceso/producto/servicio específico que brinda o debe brindar el Estado? o ¿cual calidad poseen los datos existentes de un proceso/producto/servicio específico que brinda o debe brindar el Estado?, llevan implícita no solamente una concepción arbitraria y antojadiza respecto de la definición del proceso/producto/servicio sino especialmente un juicio previo acerca de las acciones correctivas a seguir. La arbitrariedad en la definición del conjunto de eventos, procesos y hechos alcanzables sobre los cuáles se interroga al realizar las preguntas de cantidad, calidad o similares de los datos-información se vinculan estrechamente a la magnitud y urgencia del problema que enfrenta el decidor público y poco tiene que ver con esquemas de abordaje de la información en relación a los procesos de trabajo en la organización pública. En cuanto a las acciones correctivas a seguir, las preguntas de cantidad, calidad y similares realizadas acerca de los datos-información conllevan un conjunto de prescripciones e indicaciones acerca de la política pública en general y de los sistemas de información en particular, en donde la conclusión consiste siempre en posponer las decisiones reales y de fondo anteponiendo a ellas acciones intermedias que nunca logran escapar de los lugares comunes tales como: que no existe una Base de Datos Única; o que los datos disponibles son incorrectos y por lo cual hay que depurar la Base de Datos; o que los procesos de trabajo no están lo suficientemente informatizados y por lo tanto hay que introducir más equipamiento; o que los sistemas en uso son obsoletos y por lo tanto es indispensable rehacer todos nuevamente.

En general es habitual que se sostenga que la información acerca del desempeño de la organización pública, ya sea sobre los productos del gobierno o sobre los resultados de las políticas gubernamentales, es escasa, inacaba, incorrecta o insuficiente. Esta afirmación no solamente debe ser circunscripta sino que la misma no se percata de la estrecha relación existente entre el hecho de disponer de un proceso para lograr un producto respecto del conocimiento necesario para evaluar el rendimiento del propio proceso. La afirmación podría asumirse como correcta en el sentido que no existe en el ámbito de la organización pública información procesada y elaborada que sea lo suficientemente profusa, consistente y de fácil acceso. Pero a su vez es correcto afirmar que existe en el ámbito del Estado una masa crítica de datos en estado “puro” que no están organizados y explotados de manera adecuada. Es decir que la mayor parte de los procesos y las rutinas de trabajo sustantivas que sostienen la existencia real de la burocracia estatal, cuentan con soportes de gestión basados en algoritmos alfanuméricos que en su gran parte operan y se resguardan en soporte digito-magnéticos. En cuanto al aspecto de calidad, en rigor de verdad, los problemas que existan sobre el particular no están definidos porque existan datos que deberían estar y no lo están o que existan datos grabados de forma incorrecta, sino porque no se hace uso de ellos (nadie los utiliza) o porque se hace un uso incorrecto de los mismos.
 
Por ello sostenemos la necesidad de que el marco conceptual, en cuanto a MDyS, debe ser compendiado en torno a dos ejes: uno de carácter extensivo de los lineamientos y desarrollos informáticos y administrativos existentes dentro de la organización pública; el otro de carácter prospectivo en el sentido de las condiciones y capacidades que deberán verificar los diseños de los propios sistemas administrativos principales y de los subsistemas vinculados a la registración de la gestión del Estado. En términos específicos de la MDyS, los ejes mencionados se expresan en este nivel de análisis de la siguiente manera:
 

a)     Desarrollar de forma continua los programas de trabajo relativos al perfeccionamiento y optimización en sí mismos de los sistemas registrales, en especial en los aspectos de actualización de contenidos, funciones y tecnología.
b)     Fijar y establecer las restricciones que deberán enfrentar los modelos de datos y sistemas a fin de hacer efectiva la posibilidad de vincular los diversos sistemas y subsistemas de registración de la producción y el gasto de las organizaciones públicas.

En relación al primer eje, un análisis rápido del desarrollo y mejora tendencial y natural de los sistemas de registración dentro del Estado señalaría que su evolución estará en última instancia limitada por la dispersión de instituciones existentes en las distintas porciones de la organización pública las cuales introducen barreras efectivas a la unificación de rutinas de trabajo y sus sistemas asociados.  “Las instituciones proporcionan la estructura del intercambio que, junto con la tecnología empleada, determina el costo de la transacción y el costo de la transformación. Qué tan bien resuelvan las instituciones los problemas de coordinación y producción es algo que está determinado por la motivación de los jugadores, la complejidad del medio, y la habilidad de los jugadores para descifrar y ordenar el medio [(específicamente) medición y cumplimiento obligatorio].”, (D. C. North, 2001).

En relación al segundo eje y desde el punto de vista específico de la modelización de datos y sistemas, es indispensable abordar esta problemática a priori, en el sentido de prever el conjunto de acciones y resultados vinculados al eje mencionado que deberán ser integrados dentro del modelo de registración informática de datos. Ello representa una inversión del enfoque usual, en el cual la mecánica de trabajo deja en manos de los sectores encargados del desarrollo de los sistemas informáticos, el establecimiento de algoritmos que permitan operativizar con las herramientas informáticas disponibles las rutinas de trabajo de cada uno de los subsistemas de registración, racionalizando de forma excluyente los objetivos del propio subsistema y dejando en un estadio de no resolución los objetivos de los subsistemas conexos a las organizaciones. Esta usual mecánica de trabajo conlleva, por lo general, relegar a un plano inferior de prioridades los macro-objetivos de las organizaciones, afectando directa y negativamente la posibilidad de reconstitución de sus funciones de producción y de costos.

Para revertir la mecánica usual de trabajo descripta y lograr abordar la problemática a priori es indispensable cubrir dos etapas en el análisis de cada subsistema administrativo-informático: a)la etapa correspondiente a la mecánica tradicional de trabajo que exige incluir las restricciones y objetivos propios de cada sistema o subsistema, para luego delinear la operatoria que cumpla con los requisitos; b)la etapa correspondiente a individualizar los objetivos de otros sub o macro sistemas que para ser alcanzados requieran la colaboración estrecha del primero, e incluir esos objetivos como restricciones para el desarrollo del subsistema en análisis.

III. Modelo analítico propuesto


Caracterizar a los sistemas de registración exclusivamente a través de su utilidad directa para llevar adelante las propias operaciones para las cuáles fueron desarrollados es una trampa conceptual en la que se cae con frecuencia y habitualidad. Que un sistema sea útil para los propios fines para los cuáles fue creado es una tautología de diseño, la utilidad del mismo debe ser presupuesta desde el propio inicio del diseño. Cumplir de forma efectiva los fines para los cuales fue creado es un atributo que todo sistema de registración debe poseer, en otros términos si no lo cumple entonces no es un sistema de registración de las operaciones de la organización, y está próximo a una iniciativa sin destino. La cuestión planteada, entonces, trasciende la mera utilidad directa de los sistemas de registración, y más específicamente la presupone como efectiva y en funcionamiento.


La discusión acerca de la MDyS se encuentra más allá de la visión parcial y restringida de cada sistema, ubicándose en un plano separado de cada solución específica, pero vinculado por dimensiones comunes. Para abordar la cuestión relativa a percibir, caracterizar y prospectar las capacidades de los sistemas o subsistemas de registración, así como las correcciones y mejoras, pueden preverse dos caminos alternativos.


Un camino es más conservador y menos confrontativo en cuanto a opiniones. Consiste en enunciar descriptivamente dentro de cada sistema el sinnúmero de especificidades que cada uno posee: variables, registros, procesos, eventos, etc.; para intentar luego construir una visión agregada de los mismos y proponer en consecuencia estrategias de acción para mejorar la MDyS. Esta vía, si bien es válida, tiene un techo de desarrollo muy cercano a los propios sistemas, ya que es imposible que con dicha estrategia pueda trascenderse los propios límites establecidos previamente para cada uno de los sistemas en cuanto a información contenida y percepción de la realidad[1] que los mismos contienen o expresan.

La segunda alternativa de abordaje es más riesgosa, con mayores probabilidades de disenso, pero con indudables potencialidades para la prospección. Esta alternativa descansa en proponer un modelo de análisis que permita integrar en pocas categorías los rasgos comunes a la MDyS de los sistemas de registración. Luego describir dentro de cada sistema sus especificidades y particularidades, para posteriormente proponer las estrategias de acción para mejorar la MDyS de forma consistente con el mismo modelo de análisis. Esta alternativa guía, por supuesto, tanto los apuntes sistematizados en el presente documento como el modelo analítico propuesto.

El modelo propuesto es de alcance general y descansa sobre tres dimensiones: robustez, restricciones y soluciones. En este sentido los sistemas se intentan definir a través de atributos que sean independientes de su utilidad y lo suficientemente amplios y flexibles como para abordar toda la gama de situaciones en que se encuentran insertos cada una de las instancias de registración, organización y explotación de datos.

Se define robustez como el cumplimiento simultáneo de los requisitos de completitud, integralidad y comunicabilidad de los sistemas en un grado desconocido a priori pero susceptible de ser determinado en tanto se califiquen o midan cada uno de los requisitos descriptos. Es decir, la robustez puede adoptar distintos valores dentro de una escala ordinal, no constituyendo por lo tanto un valor absoluto, único y estático. El sentido directivo de la robustez, indicaría que mayor robustez representa, por lo menos, mayor aptitud de los sistemas para representar la realidad que intentan registrar (completitud), ó mayor capacidad para contener todos los eventos de la realidad que intentan registrar (integralidad), ó mayor habilidad para entrelazarse con otros sistemas que representan otras porciones de la realidad susceptible de ser registrada (comunicabilidad).

Se define restricciones como la cantidad en sentido amplio de limitaciones que se imponen en la operación de los sistemas para ejecutarlos de forma apta e idónea. La cantidad en sentido amplio refiere que existe una ecuación de intercambio entre atributos asociados a restricciones y cantidad, por lo tanto esos atributos en sistema de registración específicos pueden ser reducidos o ajustados a cantidades homogéneas de restricciones. En términos de ejemplos generales diremos que la mayor restricción de un sistema en relación a otro, o en relación a si mismo a través del tiempo, puede estar dada por ejemplo: por una mayor cantidad de instrucciones operativas para desarrollar la misma tarea; por mayor cantidad de vinculaciones entre los datos en tiempo real que restrinjan las posibilidades de modificarlos o ingresarlos de forma incorrecta; por una estructura secuencial en las tareas y los datos de mayor alcance, tal que un evento dependa para ser registrado de eventos previos o anteriores; por una mayor estrechez en la comunicación (lenguaje, software, datos, etc.) que mediatiza la interfase entre los operadores y los sistemas de registración; por  la acumulaciones de limitaciones en distintos grados, es decir la existencia de restricciones de grado superior en la consolidación o agregación de registros, en el sentido que presupone la existencia de restricciones de grado inferior sobre las partes integrantes de los mismos.

Afirmamos que las restricciones tienen una relación inversa con los grados de libertad disponibles para quienes operan en la gestión. Las limitaciones para registrar y almacenar acotan el marco disponible para la toma de decisiones, debido a que limitaciones mayores imponen una matriz de registración de la realidad menos flexible, más estrecha, aunque con menor probabilidad de inconsistencia, para quienes tienen la obligación de informar (grabar) acerca de sus actos y eventos asociados. También sostenemos que, en este nivel de análisis, los grados de libertad en la gestión tienen una relación directa y estrecha con las posibilidades de aplicar la creatividad disponible en las organizaciones al momento de resolver los problemas, inconvenientes y toma de decisiones en general.

Definimos soluciones por el nivel de precisión y certidumbre con el cuál se encuentran identificados los problemas o situaciones que los sistemas de registración colaboran para resolver o afrontar. En este sentido el concepto solución no se refiere a la utilidad, precisión o prestancia de la misma, sino que se define por el nivel de conocimiento de los problemas o situaciones que se deben resolver o enfrentar con dichas soluciones. El nivel de conocimiento de los problemas que los sistemas deben colaborar a resolver dentro de la APN, dependen de forma principal de dos variables: a)la percepción y descripción directa de las situaciones, eventos, agentes intervinientes, etc. que definen en sentido “real” los problemas; b)el alcance, detalle y estabilidad de las normas legales y convencionales que regulan los procesos que establecen la manera de llevar adelante la operatoria de la organización pública. Recordemos, que salir de la trampa tautológica en la cuál normalmente los sistemas de registración se califican por la capacidad de resolver los problemas para los cuales son diseñados, exige de nuestra parte un esfuerzo adicional para precisar la tercera dimensión del modelo. La intención entonces es apelar a un concepto susceptible de ser ordenado independientemente de posturas subjetivas, de apreciación e inclusive independiente de la tecnología que se aplique, suponiendo una situación estática en cuanto a problemas y normas.

La vinculación de las tres dimensiones mencionadas, aplicadas de forma rigurosa permite poner en marcha un modelo descriptivo de análisis, clasificación y prospección que facilita la contención de todos los sistemas de registración. A este modelo lo llamaremos de forma genérica y por una cuestión de simplicidad para las referencias como “Modelo T”.

A fin de desarrollar los alcances e implicancias principales derivadas de la utilización del “Modelo T” en el análisis, clasificación y prospección respecto de los sistemas de registración se recurre a un recurso gráfico o diagrama que permita exponer de forma simplificada, al menos, las relaciones y conclusiones centrales derivadas de la interacción de las dimensiones intervinientes en el modelo, y matizar las mismas con algunos ejemplos genéricos extraídos de experiencias previas del autor.




 
Entre las relaciones centrales de las tres dimensiones sobre las cuáles descansa el Modelo T, siguiendo los detalles resaltados en el Diagrama, se considera conveniente destacar la capacidad de clasificación, interacción y prospección relativa a los sistemas de registración.

Dado el nivel de definición con que se conocen los problemas que los sistemas deben colaborar a resolver, curvas S, es factible convenir que existe una combinación entre robustez y restricciones que refleja la situación de partida de cualquier sistema de registración. De forma convencional diremos que los puntos ubicados a lo largo de la trayectoria de la curva T, expresan los puntos iniciales donde puede ubicarse un sistema de registración determinado en el momento actual[i].

Volviendo entonces al Diagrama, veamos como se puede proyectar el desarrollo de las relaciones entre las dimensiones y los sistemas de registración.

Considerando que los niveles de definición real y normativa de los problemas no varía y tomando cualquiera de los puntos convencionales de inicio sobre una curva S, punto A, B o C, podemos decir que dentro de los márgenes inmediatos relevantes delimitados por las curvas T’ y T’’ existe una relación positiva entre robustez y restricciones. Esta relación positiva, en dichos tramos, tiene tasas de desarrollo distintas dependiendo del camino de mejora de los sistemas que se elija. Si se privilegia el trabajo de mejorar los determinantes de la robustez: completitud, integralidad y comunicabilidad, deberá aceptarse restricciones mayores aunque a una tasa decreciente (tramos de las curvas S cóncavos respecto al eje X). Si se focaliza la tarea en cuanto aumentar la cantidad de restricciones sobre las cuales operan los sistemas se obtendrán mejoras en los determinantes de la robustez, pero a una tasa decreciente (tramos de las curvas S cóncavos respecto al eje Y).

Las curvas T’ y T’’ expresan los límites al desarrollo de las dimensiones de robustez y restricciones dentro de los sistemas de registración, cuando el nivel de definición real y normativa de los problemas no varía, independientemente del criterio de acción privilegiado, foco sobre la robustez o foco sobre las restricciones. Estos límites expresan la transferencia existente en la operación de gestión entre los sistemas informáticos y los agentes que lo operan.

La curva T’’ y sus puntos A’’, B’’ y C’’ expresan la existencia de un punto a partir del cual las mejoras en la robustez en niveles elevados se asocian a una reducción progresiva de las restricciones debido a que si no se aumenta el nivel de definición de los problemas entonces la completitud, integralidad y comunicabilidad de la sistemas se transfiere desde la informática hacia las personas. En otros términos, el no aumento en la definición de problemas impide mejora progresivas en la robustez a costa de mayores restricciones, y por lo tanto la única posibilidad de lograrlos es a partir de aumentar los márgenes de aplicación de la creatividad disponible. Consistente con ello, también debe observarse que la convergencia asintótica de las curvas S en niveles máximos de robustez con reducción progresiva de las restricciones, es decir en niveles máximos para el margen de acción de la creatividad de los agentes, expone una situación de indiferencia respecto del nivel de definición estructurada, real y normativa, de los problemas o situaciones. En el extremo existe una transferencia “absoluta” del lenguaje desde los sistemas a las personas.

La curva T’ y sus puntos A’, B’ y C’ expresan la existencia de un punto a partir del cual los aumentos de las restricciones, permaneciendo invariable el nivel de definición de los problemas, reduce los grados de robustez de los sistemas, ya que en dicho punto comienza una transferencia progresiva de la gestión desde las personas hacia la informática. En otros términos, al no aumentar la definición de problemas, el camino de insertar cada vez mayores restricciones conduce en algún punto a la degradación de los determinantes de robustez: completitud, integralidad y comunicabilidad, en la medida que se comprenda que dichos determinantes están sujetos también al entendimiento e interacción entre sistemas y agentes para desarrollar la gestión. En otros términos el aumento indiscriminado de las restricciones termina eliminando los márgenes de aplicación de la creatividad de los agentes en la gestión, situando por lo tanto a los mismos como parte integrante –y no complementaria- de los sistemas, ello socava el núcleo de la robustez. También debe observarse que la convergencia asintótica de las curvas S expresa que los en niveles máximos de restricciones, es decir en los niveles mínimos para el margen de acción de la creatividad de los agentes, existe una situación de indiferencia respecto del nivel de definición estructurada, real y normativa, de los problemas o situaciones. En el extremo existe una transferencia “absoluta” del lenguaje desde las personas a los sistemas.

En relación a las trayectorias a lo largo de las curvas T, puede desprenderse del análisis del Diagrama que la curva T expresa en algún sentido la trayectoria del equilibrio entre robustez y restricciones; sistemas informáticos, agentes, lenguaje y decisiones; cuando los niveles de definición en la estructuración conocida, tanto en términos reales como normativos de los problemas aumenta. Por su parte las curvas T’ y T’’ reflejan los límites a los márgenes en el desenvolvimiento de dicha trayectoria de equilibrio. Nótese que la convergencia de las curvas T, T’ y T’’ en los niveles máximos de definición de los problemas reduce de forma severa el espacio de intercambio entre robustez y restricciones (y por lo tanto también con la creatividad). En el extremo de la definición “absoluta” en el conocimiento de los problemas y situaciones que agentes y sistemas deben resolver no existe intercambio posible entre robustez y restricciones, convergiendo ambas dimensiones en una única solución o único punto del espacio de referencia.

Entre las conclusiones generales se destaca el hecho de que entre robustez y restricciones debe existir un equilibrio al momento de para montar una solución informática. Este equilibrio estará fundamentalmente basado en la activa decisión tanto en el diseño y como en el desarrollo de los sistemas, acerca del nivel de precisión real y normativa de los problemas a abordar, y los consecuentes niveles deseados de robustez y de restricciones. El punto exacto dentro del conjunto de combinaciones posibles en que se ubique la solución estará determinado por los recursos disponibles, la tecnología, la perspectiva, la variedad de problemas que se quieren resolver, el desarrollo normativo alcanzado, los grados de confianza respecto del desarrollo humano, la percepción existente respecto del cambio tecnológico, etc.

Por su parte la relación entre mayor robustez, mayores restricciones, y respuestas más precisas a los problemas pre-identificados debe alertar sobre la pérdida de flexibilidad al momento de afrontar problemas o situaciones no previstas en la definición original. Por ello el marco de incertidumbre juega un papel clave para el diseño óptimo de los sistemas y sus interrelaciones. Escenarios vinculados a mayor certidumbre, significan conjuntos menos dinámicos o más definidos de problemas a resolver, lo cual permite avanzar a niveles superiores de robustez entre los subsistemas transaccionales, aumentando las restricciones para operarlos y reduciendo la probabilidad de inconsistencia, pero también incrementando los costos asociados a su modificarlos para abordar situaciones no previstas.

Cuando la tarea de MDyS se desarrolla en torno a grupos o conjuntos de subsistemas que en el momento actual responden a distintos segmentos de la realidad y distintas porciones de la gestión de la APN; entonces la robustez y las restricciones asociadas deben ser ajustadas según el plano de vinculación y operación de los sistemas. Dado como invariable el marco de definición de los problemas o situaciones a resolver, entonces la completitud, integralidad y comunicabilidad entre los distintos subsistemas y las restricciones asociadas, se verificarán en diversos grados según el compromiso de operación existente o pretendido entre cada uno de ellos.

V. Reflexiones finales


La presencia persistente y amplificada de la incertidumbre en la acción de gobierno estigmatiza el planeamiento estratégico y la acción, imponiendo la necesidad de recurrir ineludiblemente a las TI tanto en el diseño como en la implementación. Las TI dentro de la burocracia pública se asociaron de forma tradicional a los sistemas administrativos de registración que alimentaron el conteo de agregados previsto en lo general en la ciencia económica y en lo específico en la teoría de administración.

Inversiones en TI realizadas sin los prerrequisitos de direccionamiento estratégico y garantía de sustentabilidad en el tiempo, constituyen una elección de pocos beneficios y muchos costos tanto para una Sociedad como para su Estado. Disponer de un método por supuesto que no constituye insumo suficiente para poseer la estrategia y garantizar la sustentabilidad, pero sin lugar a dudas es uno de los elementos necesarios para conseguirlas.

Existen demasiados antecedentes en relación a la búsqueda de soluciones rápidas y voluminosas en cuanto a envergadura para los sistemas de información del Estado, pero desarrolladas con escaso rigor metodológico. Los gastos realizados en recursos para la implementación de acciones de fines difusos en el origen y resultados inconclusos en la ejecución, terminan por lo general devolviendo a la información y sus procesos asociados a un estadio de calidad similar al existente de forma previa al inicio de las acciones, pero con una infraestructura material y humana que si bien ofrece mayores posibilidades de desarrollo también representa mayores costos en su mantenimiento.

La discusión acerca de cómo llevar adelante este cambio de los sistemas trasciende la visión parcial y restringida de cada uno de ellos, ubicándose en un plano separado de cada solución específica, pero vinculado por dimensiones comunes. Para percibir, caracterizar y prospectar las capacidades de los sistemas de registración, así como las correcciones y mejoras, se propuso un abordaje fundado en la utilización de un modelo de análisis que permita integrar en pocas categorías los rasgos comunes a los sistemas de información y registro. La integración analítica facilita el diseño e implementación de estrategias de acción que permitan mejorar los propios sistemas de forma consistente con sus especificidades y particularidades, a la vez de poder reevaluar la situación corregida con el fin de dar inicio a una nueva etapa de mejora.

En tal sentido toda propuesta de profundización de las TI en el ámbito del Estado deberá contribuir a revertir en especial algunos rasgos negativos comunes a todos las MDyS. En especial la existencia de información en cantidad y calidad no óptima pero sí suficiente, aunque sin embargo no es explotada en toda su potencialidad; la presencia de demandas de información por parte de los actores sociales sobre los sistemas de registración de la producción y el gasto estatal que no son satisfechas de forma adecuada; y la falta de vinculación entre los distintos sistemas y su idea asociada de que su relacionamiento tiene como condición necesaria efectuar grandes inversiones en tecnología y consultoría.

Desde un punto de vista conceptual, el conjunto de productos basados en TI que se diseñen o imaginen como solución a las restricciones y problemas que enfrenta el aparato Estatal deberán siempre responder a un número reducido y crítico de problemas de primer grado que sinteticen y expresen el conjunto mayor y heterogéneo de dificultades que encuentra la burocracia estatal para mejorar su desempeño en la toma de decisiones. Estos problemas de primer grado pueden ser ejemplificados de forma no exhaustiva por:

  • La debilidad en cuanto a información agregada que vincule los resultados de procesos y rutinas de distintas áreas, producto de la ausencia y/o insuficiencia de vinculación entre la organización de información de los subsistemas de registración.
  • La debilidad en cuanto a información puntual que vincule eventos y objetos que son insumos o productos de los procesos y rutinas de distintas áreas, producto de la ausencia y/o insuficiencia de vinculación entre los registros digitales de los distintos subsistemas de registración.
  • La ausencia de vectores comunes en cuanto a estrategias de desarrollo y contenidos de los registros que optimicen la robustez consolidada entre los distintos subsistemas de registración.

De los problemas de primer grado mencionados, la ausencia de vectores comunes en cuanto a estrategias de desarrollo y contenidos si bien constituye la dimensión de menor complejidad en términos de TI, su respuesta exitosa requiere el esfuerzo mayor. Es indispensable subrayar la obligación en el diseño estratégico de la acción del Estado el reunir esfuerzos provenientes de organizaciones diversas y dispares de la organización pública a fin de consolidar una estrategia común, pero no idéntica, de desarrollo de los sistemas de información del Estado. Esta es sin dudas la intervención más crítica en términos de la propia TI, debido a que constituye la garantía principal tanto de la robustez deseable para el conjunto de los sistemas, como de la sustentabilidad en el tiempo de los mismos, al margen de las soluciones operativas que se implementen en cada momento.

Por último desde el punto de vista operativo, los diseños estratégicos y actividades vinculadas a las intervenciones asociadas a las TI que se desarrollen como respuesta a los problemas y restricciones enunciadas deberán al menos:

·        Contener los dispositivos institucionales que permitan instalar de forma efectiva la construcción y prescripción de un conjunto mínimo indispensable de recomendaciones específicas que permitan sostener una estrategia común para la mejora de las salidas (producción) en general de los subsistemas de registración estatal.
·        Desarrollar y operativizar los instrumentos normativos que faciliten avanzar en la implementación de recomendaciones hacia los organismos y dependencias responsables de ejecutar los recursos públicos en cuanto a pautas y estándares de recolección, almacenamiento, procesamiento y publicación de información considerada crítica acerca de sus actividades.
·        Garantizar el adecuado y fino equilibrio que debe existir entre la homogeneización de los procesos y registros; y el deseable espacio o margen de maniobra con que deben contar todas las organizaciones integrantes de la Administración Pública para no ahogar el proceso creativo y la competencia en la gestión.
·        Incluir como parámetros en la elaboración e implementación de la estrategia de desarrollo común, las demandas legítimas en cuanto a información (calidad, cantidad, acceso, publicación, etc.) expresadas por los ciudadanos y las organizaciones que los representan; en especial aquellas organizaciones que tienen una capacidad de demanda y análisis superior al promedio.


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[1] Percepción previamente fijada por los algoritmos que establecen cuál información almacenar, como grabarla, como organizarla y como explotarla.


[i] Para ejercitar el Modelo T podremos aseverar de forma arbitraria que el punto C aproxima una representación de los sistemas de Administración Financiera, el punto B de los sistemas de registración asociados a los sistemas de recaudación de impuestos y tributos, y el punto C a los sistemas de registración que brindan soporte a los pagos de sueldos y honorarios de los recursos humanos de la Administración Pública. Cabe aclarar que este ejercicio apela a una clasificación -como se dijo- arbitraria aunque no casual, ya que de acuerdo a la experiencia adquirida en la última década por el autor esta clasificación refleja el estadio de informatización de procesos centrales de la organización pública en la Argentina

Supongamos que el esfuerzo realizado por los Estados -en general- en materia de control y consolidación operativa del gasto público permitió a la AF alacanzar altos niveles de precisión real y normativa de los problemas o situaciones a enfrentar en la temática permite situar a los sistemas de registración (incluida la informática) que brindan soporte a estos procesos en una posición de inicio en cuanto a robustez y restricciones superior a cualquiera de los otros dos sistemas de registración.

En el caso de las liquidaciones de sueldos y honorarios de los recursos humanos del Estado se podría asumir que la dispersión/diversidad de encuadres normativos para los empleados estatales, la ausencia de principios precisos en cuanto la sutil distinción entre terciarización en cabeza de personas y el asumir con recursos humanos propios el desarrollo de funciones inherentes al Estado, junto con la falta de procedimientos internos que integren la operatoria de sueldos, la operatoria de honorarios y el manejo de los recursos humanos, permite imaginar a este sistema en la posición de menor robustez relativa, aunque con muchos menos restricciones en cuanto la manera de resolver la propia operatoria.

Por su parte el sistema de registración de los impuestos y tributos, si bien cuenta con un profusión de normas en cuanto a la arquitectura jurídica y un desarrollo de rutinas operativas bastante preciso, existen una cantidad y variedad de situaciones excepcionales a las mismas que hace necesario disponer de un conjunto de atajos a las restricciones para resolver esas situaciones específicas, en una magnitud que supondremos superior a la correspondiente a los sistemas que brindan soporte a la AF. En cuanto a robustez, si bien el conjunto de situaciones registradas alcanza a todas las operatorias predefinidas, a diferencia de lo que ocurre en el caso del sistema de sueldos y honorarios, la porciones de manejo de datos referidas a las situaciones excepcionales previstas por la experiencia es aún importante, a diferencia de lo que ocurriría con los sistemas de AF.